EL MÉTODO SCOUT Y LA EDUCACIÓN PARA LA PAZ

Aclaración inicial: si una leyera esta entrada por separado, podría parecerle una obviedad. Si dispone de tiempo, por favor, "rebobine" e inicie la lectura desde un par de entradas previas.
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La intuición pedagógica de B-P que mencionamos en la entrada anterior se basa en 5 convicciones que se traducen en el “MÉTODO SCOUT”.

Es bueno aclarar que el Método Scout como sistema de autoeducación progresiva se plantea ser complementario de la familia, de la "iglesia" y de la escuela y no busca reemplazarlos.

El núcleo de este sistema alrededor del cual giran los demás elementos del Método Scout es la adhesión libre y voluntaria a un conjunto de valores expresados en una LEY Y PROMESA.
Los valores que propone dicha Ley Scout son los siguientes:
  1. El/La Scout ama a Dios y vive plenamente su fe.
  2. El/La Scout es leal y digno/a de toda confianza.
  3. El/La Scout es generoso/a, cortés y solidario/a
  4. El/La Scout es respetuoso/a y hermano/a de todos.
  5. El/La Scout defiende y valora la familia.
  6. El/La Scout ama y defiende la vida y la naturaleza.
  7. El/La Scout sabe obedecer, elige y actúa con responsabilidad.
  8. El/La Scout es optimista aún en las dificultades.
  9. El/La Scout es económico/a, trabajador/a y respetuoso/a del bien ajeno.
  10. El/La Scout es puro/a y lleva una vida sana.
Ese compromiso con los valores se considera como guía de las acciones y no como una barrera contra las faltas. Son 10 proposiciones positivas, ninguna prohibición.

El principal objetivo de la Ley Scout es educar, no instruir; pero educar en el sentido de hacer que el joven aprenda por sí mismo y de su propia espontaneidad las cosas que tienden a desarrollar el carácter.

Baden-Powell estaba convencido que el niño se inclina naturalmente hacia el bien si ve que hay una forma práctica de hacerlo; y el precepto de la buena acción diaria le brinda la oportunidad para desarrollar el instinto de la bondad, el cual al reiterarse se vuelve hábito y se termina ‘encarnando’ como una constante predisposición de ayudar al otro sin esperar recompensa. Este reiteración de "aprendizajes" que se encarnan es el puntapié de la pedagogía activa, un hallazgo de B-P que se adelanta en 50 años a otros pedagogos.

A partir de la próxima entrada, veremos cómo nos presenta el Movimiento Scout esto de "aprender haciendo" cada una de las 10 proposiciones de la Ley Scout.
Espero tus comentarios, siempre listo, rodrigo

Rodrigo Gonzalez Cao


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