El programa del Movimiento Scout se enfoca en cada joven

Al pensar el programa educativo del Movimiento Scout lo que cuenta, en primer lugar, es cada joven. ¿Por qué el Movimiento Scout se preocupa por la formación individual? Porque es la forma de educar por la que opta preferencialmente.
El fundador, Robert Baden-Powell, en su libro "Guía para el Jefe de Tropa" dice:
Se puede instruir a cualquier número de jovenes, mil a la vez, si tienes una voz fuerte y métodos atractivos para mantener la disciplina. Pero eso no es educación.
Es evidente que el rol educativo del dirigente scout es prestar atención tanto al grupo como a los individuos dentro del mismo. Sin embargo, no debemos olvidar que el grupo es sólo el medio mientras que la meta final es ayudar a cada joven a desarrollar todas sus potencialidades. En este punto vale la pena aclarar que, cuando hablamos sobre desarrollo personal, esto no implica un deseo de formar personalidades individualistas. El tipo de hombre o mujer que el Movimiento Scout desea promover es a la vez una persona autónoma y solidaria.
El Scoutismo está convencido que la calidad de una comunidad y su potencial para desarrollarse puede ser medida por la calidad de las personas que la componen.
El esquema de progresión personal no tiene por propósito el modelar a los jóvenes en un modelo de crecimiento estereotipado, sino desarrollar sus potencialidades y ayudarlos a realizarse como una persona única y autónoma. Por esta razón, el esquema de progresión no es un sistema de competición.
Baden-Powell insistió mucho en este aspecto. En la revista The Scouter, en octubre de 1923, dijo:
Nuestra meta deberá ser desarrollar en cada joven la ambición por progresar y la esperanza, y por la conciencia de los resultados obtenidos, conducirlo hacia desafíos más importantes.
Una mirada positiva sobre cada uno: interesarse por el desarrollo de cada individuo no es un signo de elitismo. El Scoutismo entiende que toda persona, quien quiera que sea, es capaz de desarrollarse y tiene el derecho de hacerlo. El Movimiento Scout está abierto a todos y especialmente a aquellos que más lo necesitan.
En su libro "Guía para el Jefe de Tropa", Baden-Powell describe de este modo su visión del desarrollo del niño y el rol que él asigna al dirigente adulto:
Hay al menos un cinco por ciento de bueno, incluso en el peor carácter. El juego consiste en descubrirlo, y luego desarrollarlo hasta una proporción del 80 o 90 por ciento.
Finalmente, si hemos decidido enfatizar el desarrollo individual, es porque estamos convencidos que cada joven es artesano y protagonista de su propio desarrollo y tiene que asumir su propia responsabilidad en ello. El Movimiento Scout postula que no hay verdadera educación sin un compromiso del joven con su propio aprendizaje.
Para cerrar una última idea de B-P de su libro "Guía para el Jefe de Tropa":
El secreto de una educación sólida es lograr que cada joven esté en condiciones de aprender por sí mismo, en lugar de instruirlo, canalizando en él conocimientos conforme a un modelo estereotipado.
Siempre listo, rodrigo
Rodrigo Gonzalez Cao

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