LA EVALUACIÓN ES TAMBIÉN UNA HERRAMIENTA DE GESTIÓN DEL TERRITORIO

Hemos mencionado que, en el ámbito de la Animación Territorial del Programa de Jóvenes, entendemos a la evaluación como una herramienta para comprender y diagnosticar la situación del programa educativo en un “territorio”.


Pero la evaluación es también un instrumento adecuado para construir diagnóstico y orientar acciones futuras de la gestión territorial más allá del Programa de Jóvenes.

Desde este punto de vista la evaluación es un medio para mejorar la calidad del programa de jóvenes, pero también una valiosa herramienta para detectar los nudos problemáticos de la gestión territorial y, a partir de dicha identificación, actuar sobre ellos para resolverlos.

Esa evaluación para el cambio y mejoramiento del programa educativo solamente podrá concretarse si cada Grupo Scout, cada unidad, cada distrito realiza una evaluación permanente de sus prácticas educativas y, así dejar de ser un "objeto evaluado" para pasar a ser copartícipes del proceso de actualización necesario para que el Programa de Jóvenes sea cada vez más relevante.

Reglas de juego de la evaluación
  • Debe estar orientada a la acción: evaluamos procedimientos, organizaciones, eventos, actuaciones, no personas.
  • Tiene como objetivo comprender qué está pasando en un territorio (Grupo Scout, unidad, distrito…), no para sancionar, sino para mejorar lo que se hace.
  • Compromete a todas las personas involucradas en el proceso de evaluación (no es una situación de examen, en las que hay un profesor que conoce las respuesta correctas y un alumno que debe demostrar cuanto sabe).
  • Siempre tiene un aspecto auto evaluativo (igual que en la auto-evaluación de progresión personal de los jóvenes). Es importante que todos aquellos que participan del proceso evaluativo tengan la oportunidad de reflexionar sobre sus acciones, a los efectos de comprender aspectos tales como: ¿por qué hace lo que está haciendo? ¿Para qué lo hace? ¿Qué sentido tiene?
  • La modalidad de evaluación constituye parte del contrato entre el animador territorial y los dirigentes del territorio, en este contrato se deben explicitar aspectos como el carácter de la evaluación, su frecuencia, contenidos y consecuencias.
  • Aquel que va a ser evaluado debe conocer a priori lo que se espera de su producción, así como los criterios de medición y/o conceptualización (escala cuanti o cualitativa) que se aplicarán a la misma. Por ello cada evaluación exige una consigna explícita previa.

Siempre listo, rodrigo

Rodrigo González Cao

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